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jueves, 12 de julio de 2012

Con los mineros siempre, con razón o sin ella.


Mineros de toda España manifestándose en Madrid

Trabajé una temporada hace años en algunos clubes de la cuenca minera asturiana, también en la zona de León. Los viernes y sábados solían acudir a ellos bastantes mineros, no siempre a echar un polvo con una de nosotras, las más de las veces en grupos, de juerga, a tomarse unas copas por estar celebrando algo, a invitar a alguna chica y a echarse unas risas sanamente, quizás los solteros si "pasaban" más con nosotras, los otros, casados o emparejados te hacían constar muchas veces que tenían a su mujer en casa y que mejor se tomaban su cubatilla seguían a lo suyo divirtiéndose, no voy a mentir, claro que había algún que otro casado un tanto golfo que se lo hacía con alguna pero para ser sincera los menos.A veces, muchas, charlaban con nosotras y nos contaban cosas, la familia, el trabajo, el capataz, el susto, el miedo, los compañeros muertos, el padre con silicosis también de la mina, el recién nacido que los ilusiona tanto, la mullerina que no está muy contenta con que él traballe en la mina pero "A onde voy a ir...", en fin, sus cosas.


Trabajar así a mi me merece mucho respeto

Por más que pienso no puedo recordar a ninguno que no fuese amable conmigo, con nosotras en general, incluso la mayoría muy generosos (¡con lo que les cuesta ganar cada euro! a veces la vida o la salud) a la hora de pagarnos una copa o de hacernos algún "regalín" en forma de propina y sin que se enterase el jefe.  Siempre muy caballeros, a veces, muchas, en su rudeza incluso cariñosos, al menos con la que suscribe, había uno en cierto club que cortaba rosas de unos rosales que había en el exterior y me las traía, el jefe lo bronqueaba y él con la sonrisa torcida y el gesto un tanto hosco le replicaba "callate tu oh, a ver si pa ella va a haber roses y pa ti unas hosties como panes", el jefe se iba protestando, refunfuñando, no era la mejor idea del mundo pasar de ahí con un tipo que tenía los brazos como sus piernas.

Con dos cojones y... una camiseta.

Tuve también tratos sexuales con políticos de diversa índole, más bien politiquillos locales, provinciales e incluso alguna vez a nivel autonómico. Lo siento, no puedo decir de ellos lo mismo que de los mineros, aunque les riese la gracia (eso y sacarles todo el dinero que pudiese era mi obligación) solían dejarme claro (y por más que pienso no puedo acordarme de uno que hiciese lo contrario) quien era la puta y quien mandaba allí, a veces incluso de muy malas maneras, una sonreía, fingía, trabajaba honradamente y ganaba su dinero.

Ayer noche Madrid se puso así para recibir a la marcha minera, la prensa calla, apesebrada.

Siempre gané más con politiquillos de estos (y a veces sus asesores y pelotas adjuntos) que con los mineros, casi seguro que mucho más pero... el corazón se me va con los mineros, nunca me tuve por idiota y siempre supe quienes eran los honrados, los que sudan cada euro que ganan, los que bajan a los "pozus" a donde la mayoría nos daría miedo asomar siquiera la nariz, los que son solidarios, los que se portan bien con sus vecinos, aunque seamos putas.

¿Violentos? no, no, hay quien ejerce mucha más violencia con una elegante estilográfica y vestidos de Armani.

Por eso desde aquí les deseo que con la minima lucha (me temo que no va a ser fácil) puedan lograr al menos mantener sus puestos de trabajo, mucha gente, mucha, depende de eso. de los políticos no dependemos casi nadie, podríamos vivir muy bien sin ellos, incluso creo que mejor.


Trabajan en la oscuridad de las minas, pero ahí están, alumbrándonos un camino.