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sábado, 9 de junio de 2012

Evelyn, cine sobre prostitución a base de tópicos falsos

Mira que no se podría hacer una buena película sobre la vida de algunas prostitutas, mejor dicho, podría hacerse una gran película de muchas de las que ejercen el oficio o lo hemos ejercido, desde que empezamos en el negocio hasta que lo dejamos, podrían hacerse cientos de películas y todas resultarían distintas e interesantes, pues cada una de nosotras somos un mundo y no siempre se dan, ni mucho menos, las mismas circunstancias.

Y sobre todo la circunstancia que no se da casi nunca, y digo casi porque puede darse efectivamente en algún caso que en diez años no conocí, es la de la pobrecita chica de país del tercer mundo que se viene a España engañada por una mafia que la trae como camarera y termina prostituyéndola a la fuerza, ya digo, en diez años en el oficio, habiendo trabajado en diversos clubes de alterne y por libre jamás vi un solo caso así. El asunto funciona de otra manera que bien podría explicar cualquier chica que trabaje o haya trabajado en la prostitución. No hay trampa ni cartón y hay varios lugares donde se puede preguntar algo tan básico como esto, también mujeres independientes que ejercen o ejercieron y lo saben bien. Para que lo sepa cualquiera el traer chicas de otros países para ejercer aquí funciona así:

El dueño de un puticlub (o dueña, que de todo hay), necesita chicas, así que se va a Brasil (a veces tienen contactos allí para esto), pongamos por caso, y recorre puticlubes de alguna ciudad brasileña, hablando con las chicas que ya son putas, ojo, digo que ya están trabajando allí como putas, nada de que va a buscar inocentes mujeres que no saben de que va el tema. Les comenta lo que pretende y a partir de ahí algunas van quedando con él para tomar algo y hablar del tema en profundidad.

Cuando habla les explica clarito lo que hay: te llevo a España, si no tienes dinero te lo pago todo, después me lo debes, en cosa de un mes tienes tu deuda saldada, mientras yo guardaré tu pasaporte (en un negocio alegal de alguna manera tendrá que asegurarse el fulano de cobrar ¿no? y además ella acepta), después de pagarme eres muy libre de recorrer España o Europa entera como te plazca. Ella acepta y se cumple lo pactado. Sin más, esa es toda la mafia que suele haber.

La protagonista Cindy Diaz (a la izquierda) con la directora Isabel de Ocampo.

La chica paga su deuda, muchas veces en menos de un mes (no suele subir de cuatro mil euros) y a partir de ahí hace lo que le place, si le gusta el lugar se queda en esa casa, si no le gusta cambia de aires o lo que se le ocurra. Esto es así mayoritariamente. No hay otra por mucho que quieran contar. Y ojo al dato del pasaporte: son muchas las chicas que quedándose en esa casa (de putas claro) le siguen pidiendo al dueño que les guarde el pasaporte ¿por qué? pues porque en los clubes a veces hay robos y cosas así, o rencillas, y alguna puede quererte mal, y como el bien más preciado para cualquier chica extranjera es su pasaporte y otras se pueden vengar de ella por cualquier motivo rompiéndoselo o robándoselo pues hacen lo que procede, los dueños de los clubes suelen tener alguna pequeña caja fuerte donde queda más seguro lo más valioso que poseen.

Así que a saber donde investigó ¡durante cuatro años dice! la directora de cine salmantina Isabel de Ocampo para dar por cierta y de forma generalizada esta película que tituló Evelyn, en donde una chica peruana se ve abocada a la prostitución en España tras ser engañada por una mafia que la trae a nuestro país.

La película, claro, está subvencionada y bien por los ministerios de cultura, igualdad y también por Televisión Española. Supongo que contar una historia verídica (y ojo, esta puede serlo, pero no es lo habitual ni mucho menos, que es lo que va contando por ahí la directora) no recibiría las mismas subvenciones. Este tipo de películas sirven para lo que sirven, para alarmar a la sociedad con morbosidades que apenas se dan en la realidad, le sirven y convienen a los gobiernos para crear alarma social, y tras eso, para reprimir, denunciar... recaudar, o si acaso para dejar, por siempre, las cosas como están, alegales. A la directora para ganarse un dinerillo sin tener que sufrir el agobio de ver si su película recaudará lo esperado en las salas de Cine y al staf para llevarselo calentito y sin mucho esfuerzo, al menos ningún esfuerzo investigador, y es que si tras investigar ¡cuatro años! se quedó la directora con que la historia de Evelyn era lo normal en el oficio una de dos, o nos miente bellacamente o investigó donde no debía.

Y es que hay formas y formas de investigar, me explico: 

Yo, directora de cine pretendo hacer una película sobre este tema, como tengo miedo a recorrerme unos cuantos puticlubes y hablar con las chicas, dueños y camareros opto por lo más fácil, me voy a hablar con la policía que me contará no una mentira, pero si con lo que ellos tratan: pues si oiga -me dirán- en lo que va de año hemos sacado a diez mujeres de la prostitución que estaban forzadas, y si, la podemos poner en contacto con ellas y que le cuenten sus historias personales. 

Y ahí, con eso se queda la directora de cine. Si fuese ciertamente rigurosa, y quisiese investigar bien, a fondo el tema, lo tendría fácil, con llamar a unos cuantos clubes y a algunas chicas independientes, que trabajan por libre, podrían ponerla al día de todos estos asuntos, pero eso... da miedo, injustificado (los dueños de clubes y las putas no nos comemos a nadie) pero lo da.

Es más fácil lo de hablar con la policía (y no mucho tampoco, que si se habla con los adecuados conocen y muy bien la realidad de la prostitución en nuestro país), obtener una versión sesgada del asunto, trincar la subvención y... a rodar, que son dos días.

Una pena de dinero público tirado en contarnos una patraña, menos mal que sigue estando Princesas.

Os dejo con el trailer de la película, se estreno ayer en España, hoy existen más españoles viviendo en la inopia con respecto a la prostitución: